La buhardilla de Kassandra

Un santuario donde atesoro mis proyectos decorativos... y algunas otras pequeñas maravillas que enriquecen el Alma

abril 29, 2013

Reciclando plásticos (segunda parte)

Tal cual prometí en mi post anterior, hoy voy a compartir un proyecto que realicé hace tiempo, y apareció guardado en un rincón del ropero cuando empecé a empacar para la mudanza. Se trata de estos bolsos de playa tejidos en crochet:

 

La particularidad que tienen estos bolsos es que fueron confeccionados empleando bolsas plásticas de las que traemos con las compras del supermercado. Como dije antes, en casa estas bolsas se reutilizan de muchas maneras (para forrar la papelera del baño, recoger los "regalitos" de nuestras mascotas en el jardín o proteger las superficies sobre las que pintamos, por ejemplo); sin embargo, esta propuesta me pareció realmente creativa y -como fanática del crochet que soy- no pude resistir la tentación de probar...

El proceso para obtener el hilo de polietileno es el siguiente(*):

1. Elegir bolsas de consistencia similar, para asegurar la obtención de un hilo más o menos parejo.


2. Alisar bien la bolsa sobre una superficie plana.


3. Cortar el fondo y las asas.


4. Doblar la bolsa sobre sí misma, dejando unos 2 cm. sin doblar en el borde superior.


5. Cortar tiras de aproximadamente 1.5 cm (o del ancho deseado), cuidando que los cortes lleguen únicamente hasta la parte que dejamos sin doblar.


6. Estirar la bolsa con los flecos cortados, y abrirla por el doblez superior que quedó sin cortar.


7. Cortar ese segmento en forma diagonal, cruzando los cortes ya efectuados en ambos lados (de este modo se obtendrá una larga hebra sin nudos ni añadiduras).

 
8. Ovillar el hilo alrededor de un cartón (yo usé tubos de papel higiénico aplanados y recortados en el centro). Por mis cálculos, cada bolso lleva aproximadamente unas 60 bolsas plásticas; esta es la parte más tediosa, pero vale la pena hacerla de una vez así luego tenemos todo el material necesario para completar la labor.

 

¡Y ya estamos listas para tejer! Para la confección de los bolsos utilicé los puntos clásicos del crochet (cadena, medio punto y vareta) en combinaciones sencillas, y algunos puntos fantasía muy simples para destacar las guardas y aplicaciones en diferente color. A continuación publico más fotos de los trabajos terminados, para que puedan apreciar los detalles:


¿Verdad que es una forma estupenda de reciclar esas indeseables bolsas de polietileno? Al mismo tiempo que ayudamos a limpiar el medio ambiente, podemos lucir un bolso muy chic para llevar el bronceador, los lentes de sol y un buen libro a nuestros paseos por la costa... 

Bien, esto es todo por hoy; para la próxima, espero poder mostrarles algún avance más de mi nueva casa. ¡Hasta entonces, y bendiciones para todas!

Esta semana estoy participando en:

"Transformed Tuesday" de PJH Designs
"Budget Decorating Party" de Creative Cain Cabin
"Blissful Whites Wednesday" de Timewashed

"Wednesday's Adorned From Above Blog Hop"
 "Treasure Hunt Thursday" de From my front porch to yours
"Share Your Cup Thursday" de Have a Daily Cup of Mrs. Olson
 
  "Home Sweet Home" de The Charm of Home 
"Shabbilicious Friday" de Shabby Art Boutique
"Be Inspired Friday" de Common Ground
"Feathered Nest Friday" de French Country Cottage
"Frugal Friday" de The Shabby Nest
"Show and tell Friday" de My Romantic Home 
"Bouquet of Talent" de Life on Lakeshore Drive



(*) NOTA: Las fotos correspondientes al "paso a paso" no son mías, las descargué hace tiempo de Internet y desafortunadamente no registré la fuente, por lo que si alguien las reconoce como suyas agradezco me lo haga saber para otorgar el crédito respectivo.



ACTUALIZACIÓN: Tuve el honor de que este trabajo fuera destacado por Peggy en Transformed Tuesday, y por Sherry en Home Sweet Home... A ambas un millón de gracias por la gentileza y por seguir ofreciendo a través de sus "fiestas virtuales" la oportunidad de compartir tantas ideas creativas!


 
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abril 27, 2013

Reciclando plásticos (primera parte)

Hoy voy a hablar de uno de los inventos más extendidos y controversiales de "la modernidad": los plásticos. Si bien es innegable que se trata de un material versátil y económico (por lo cual es utilizado para múltiples fines, y convive diariamente con nosotros donde quiera que miremos), también es cierto que su uso indiscriminado ha generado una enorme cantidad de basura no biodegradable que está literalmente asfixiando el planeta... 

Sin negar la practicidad del plástico en el hogar -pensemos por ejemplo en los juguetes, la ropa de lluvia o los envoltorios para freezer-, en lo personal me resulta tan antipático como antiestético, por lo que dentro de lo posible procuro sustituirlo por materiales más nobles (vidrio, tela, madera, metal). No obstante, a veces resulta inevitable que los envases plásticos de múltiples productos que compramos se amontonen en nuestra basura hogareña; de ahí que, a partir de las últimas décadas del siglo pasado, organizaciones ambientalistas a lo largo de todo el mundo procuran concientizar a las personas acerca de la necesidad de reutilizar y/o reciclar esta clase de productos, a fin de evitar que terminen engrosando el volumen de los vertederos públicos o contaminando peligrosamente los cursos de agua.

Entre estos residuos molestos, hay dos que ocupan un lugar preponderante: las botellas plásticas (PET), y las bolsas de polietileno con que los comercios suelen envasar nuestras compras. Quienes siguen mi tablero "DIY & Craft" en Pinterest, habrán visto que a menudo incluyo ideas novedosas de cosas que pueden fabricarse a partir de estos elementos; y una de esas ideas es precisamente la que quise compartir hoy con ustedes. Verán: en mi casa las bolsas de compras se reutilizan de múltiples maneras (si les interesa ver algunas sugerencias al respecto, recomiendo chequear esta página; está en inglés pero las imágenes ilustran perfectamente cada idea), por lo que se hace necesario contar con un lugar donde almacenarlas y tenerlas siempre a mano. ¿Y qué mejor que usar para ello, precisamente, una botella de refresco vacía? 

La idea original la encontré en Facebook, en el sitio de una organización llamada Diseño Social, y era algo así:

Para hacer mi versión, utilicé los siguientes materiales:
  • una botella de refresco de 2 litros
  • un pequeño mantel de encaje calado
  • tijeras y cortante afilado
     

El primer paso consistió en cortar la botella en la zona del pico y en la base, aunque en este último caso debe hacerse un corte incompleto, dejando sin cortar uno de los "gajos" de la botella para poder usar el fondo como soporte de colgar.


Lo que hice a continuación fue recortar los bordes más cortos del mantel de encaje, y unir ambos laterales con una costura formando una especie de tubo.


Luego forré la botella con el tubo de tela, asegurando el borde superior con unas puntadas. Con los sobrantes de puntilla recortados y un botón vintage confeccioné una flor que coloqué en el fondo de la botella, cubriendo el enganche con el que va sujeto a la pared. El resultado final fue el siguiente:


En fin, si de mí dependiera no existirían al alcance de la vista ni bolsas plásticas ni botellas PET; pero ya que están ahí, ¡al menos que se vean lo más chic posible!


Para una próxima entrega prometo compartir una forma bastante creativa de reciclar las bolsas usadas de compra... porque no sólo se trata de ayudar al planeta, sino también de aprender a transformar la basura en objetos bellos y agradables a la vista (¡y si además cumplen alguna función útil, mucho mejor!).

Nos reencontramos prontito, y mientras tanto les invito a visitar las fiestas en las que participo:

"Home Sweet Home" de The Charm of Home 
"Shabbilicious Friday" de Shabby Art Boutique
"Be Inspired Friday" de Common Ground
"Feathered Nest Friday" de French Country Cottage
"Frugal Friday" de The Shabby Nest
"Show and tell Friday" de My Romantic Home 
"Bouquet of Talent" de Life on Lakeshore Drive
"Transformed Tuesday" de PJH Designs
"Budget Decorating Party" de Creative Cain Cabin
"Blissful Whites Wednesday" de Timewashed

"Wednesday's Adorned From Above Blog Hop"
 "Treasure Hunt Thursday" de From my front porch to yours
"Share Your Cup Thursday" de Have a Daily Cup of Mrs. Olson

PD: Me llevé una linda sorpresa ayer al descubrir que mi armario de cocina restaurado fue destacado como uno de los 5 más vistos en "Country Whites Weekend" de Old Time Farmhouse and The Country Farmhouse. Es muy reconfortante comprobar que a pesar de tantos trabajos espectaculares que circulan por ahí, todavía hay gente que puede interesarse en proyectos modestos y sencillos como éstos... De corazón agradezco a Cindy y Dru, las gentiles anfitrionas de la fiesta, por tan honrosa distinción.

 
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abril 19, 2013

GENTE EN OBRA


¡Hola, gente linda! Parece mentira, ya pasó un mes desde que les conté de nuestro nuevo hogar y los inspirados planes que tenía para él... Pero vamos, tengo que admitirlo una vez más (aunque no sea la primera): a diferencia de mi Compañero de Vida -y de alguna querida amiga capaz de redecorar toda una casa en apenas un par de semanas-, yo soy una persona de temperamento LENTO, metódica y parsimoniosa para todo, especialmente aquellas tareas que más me gustan y a las que por consiguiente me dedico con total devoción. De ahí que los progresos decorativos en mi entorno no sean muy evidentes, y que las semanas se sucedan sin que la casa llegue todavía a parecerse mínimamente a las bellas fotos guardadas en mis tableros de Pinterest...

Por esa razón, en vista de que ninguno de mis ambientes se encuentra aún "completo" y en condiciones de ser mostrado, decidí empezar por compartir pequeños proyectos que sí he logrado terminar y que constituyen piezas sueltas en el gran rompecabezas de mi casa soñada. Un ejemplo: hace años, mi pareja y yo rescatamos de nuestra primera mudanza un rústico gabinete de cocina, el cual a pesar de sus años nos pareció que todavía podía prestar alguna utilidad (téngase en cuenta que por esa época teníamos muy pocos muebles... y además que ambos somos unos recicladores incurables!) El caso es que en nuestras sucesivas viviendas el dichoso mueble cumplió funciones diversas; pero la humedad, las polillas y alguno que otro accidente lo habían dejado en una condición bastante lamentable, por lo que a cierta altura requir de una "cirugía mayor" (pueden ver ese trabajo de restauración aquí) que garantizó su permanencia en el equipo, incluso a través de la la larga travesía que nos trajo hasta estos lares.

   
Como puede observarse, el uso prolongado y los ajetreos del viaje -sin mencionar ciertas expresiones artísticas del pequeño de la familia estampadas en sus laterales- imponía un nuevo tratamiento de renovación. Así que decidí como primera medida quitarle las puertas (una de ellas tenía un agujero producto de una caída, que ya había sido remendado en más de una oportunidad), las cuales reservé para otro proyecto que tengo en mente ;) 

El siguiente paso fue volver a pintarlo completo con dos manos de látex blanco, forrar el interior con un resto de papel decorativo que tenía guardado y colocarle unas patas que en su momento rescaté de la vieja biblioteca de mi infancia, cuando se la anexé a la cómoda antigua que convertí en escritorio. Un pequeño ángel de yeso añadido a modo de toque decorativo, y este fue el resultado...

Detalle del empapelado interior
Detalle del ángel decorativo

Si se están preguntando cuál será el destino de este armario re-reciclado, les cuento que formará parte de mi dormitorio/estudio... el cual se encuentra, como era de esperarse, en pleno proceso de construcción. No obstante, daré algunas pistas para que se vayan haciendo a la idea de cómo va a quedar... Pero antes, un par de imágenes que me sirvieron de inspiración en el proceso:

Fuente
Fuente

¿Recuerdan el color verde que tenían las paredes cuando llegamos?


Bueno, pues no sin cierta resistencia del sector masculino, decidí pintarlas en un bello tono que aquí llaman "Violeta alfazema" (lavanda, en portugués)...


El resultado, debo confesarlo, me tiene absolutamente enamorada!!! El cambio es notable, ¿verdad? No obstante, esta foto muestra también los desafíos decorativos a los que me estoy enfrentando ahora: no solamente debí colocar la cama frente a la ventana -lo cual en otras épocas habría merecido un rotundo NO de los expertos en diseño interior, aunque actualmente la tendencia está cambiando- sino que por motivos de espacio la cabecera queda notoriamente descentrada en relación con aquélla; y por si ello fuera poco, sobre uno de los lados se ubica un feo tomacorriente que es necesario ocultar... ¿La posible solución? Colocar cortinas que cubran todo el ancho de la cabecera (enchufe incluido), creando la ilusión óptica de que la ventana es más grande y centrando visualmente el conjunto. Pero como dicen, del dicho al hecho...

Igualmente, les permitiré espiar algún otro rinconcito:

Mis amadas sombrereras...
...la dulce presencia de Kwan-Yin....
...mi colección de frascos azules...

En fin, por ahora no puedo mostrar más; para el resultado final falta aún repintar algún mueble y coser toda la blanquería... Mucho trabajo por delante, ¡¡¡pero de ese tipo de trabajo que me encanta!!!

Ah, casi me olvidaba de la última novedad local: a partir de hoy tenemos en casa una nueva cortadora de césped, la más eficiente, económica y ecológica que pudimos encontrar... y por si fuera poco, fascina a los niños! Les recomiendo probarla, es de esos productos "con satisfacción garantizada"...


Será hasta la próxima, bendiciones para tod@s.

PD: Compartiendo en...

"Home Sweet Home" de The Charm of Home   
"Shabbilicious Friday" de Shabby Art Boutique
"Be Inspired Friday" de Common Ground
"Feathered Nest Friday" de French Country Cottage
"Frugal Friday" de The Shabby Nest
"Show and tell Friday" de My Romantic Home
 
"Bouquet of Talent" de Life on Lakeshore Drive
 "Saturday Show Off" de The Rose Garden in Malevik
"Country Whites Weekend" de Old Time Farmhouse 
and The Country Farmhouse
"Transformed Tuesday" de PJH Designs
"Budget Decorating Party" de Creative Cain Cabin
"Blissful Whites Wednesday" de Timewashed

"Wednesday's Adorned From Above Blog Hop" 
 "Treasure Hunt Thursday" de From my front porch to yours
"Share Your Cup Thursday" de Have a Daily Cup of Mrs. Olson 
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abril 11, 2013

La misión sagrada


Hoy, por una de esas sincronicidades a las que la vida ya me tiene acostumbrada, volvió a mis manos un libro de quien fuera mi primera "maestra" en cuestiones metafísicas, la señora Louise L. Hay: "El mundo te está esperando". Y me resultó tan inspirador releer el primer capítulo de ese libro, que fue como si lo viese por primera vez... aunque en puridad, sólo vino a recordarme algo que he sabido por mucho tiempo: cuál es la misión sagrada que nos está conferida a las mujeres, y por qué es importante que la asumamos de una vez por todas.

Por esa razón me sentí inclinada a compartir estos párrafos con ustedes, en la esperanza de que su luz alcance a iluminar algún otro corazoncito femenino como en este momento lo ha hecho con el mío...



Para comenzar:
Nos queda mucho por hacer
y mucho por aprender

"Quiero ofrecerte un ejemplo perfecto de cómo antes se programaba a las mujeres. A continuación puedes leer un fragmento de un texto copiado de un manual de economía doméstica que corría por un colegio de segunda enseñanza en los años cincuenta. ¡No es broma!
 
1. Ten la cena lista. Planifica con anticipación, incluso la noche antes, una deliciosa comida. Es una buena manera de hacerle saber que has estado pensando en él y te preocupas de su bienestar. La mayoría de los hombres tienen hambre cuando llegan a casa, y la perspectiva de encontrarse una suculenta comida ya preparada, forma parte de la acogedora bienvenida que necesitan.
2.
Prepárate. Tómate 15 minutos para descansar, de modo que estés renovada cuando llegue. Maquíllate, ponte una cinta en el pelo y ten un aspecto animado. Tu marido ha estado tratando con muchas personas agotadas por el trabajo; por eso tú debes mostrarte alegre y algo más interesante. Tal vez necesita animarse después de un día aburrido.
3.
No olvides ordenar la casa. Poco antes de que llegue tu marido haz un último recorrido por las principales habitaciones de la casa, recoge los libros del colegio, los juguetes, papeles, etcétera. Después quita el polvo de los muebles. De este modo, él sentirá que ha llegado a un refugio de reposo y orden, y eso te animará a ti también.
4.
Prepara a los niños. Dedica algunos minutos a arreglar a los niños, lavarles las manos y la cara (si son pequeños), peinarlos y, si es necesario, cambiarles la ropa. Ellos son pequeños tesoros y a él le gustará verlos de este modo.
5.
Procura que en la casa reine el silencio. En el momento de su llegada elimina todos los ruidos: el de la lavadora, la secadora, el lavavajillas o el aspirador. Intenta que los niños estén callados. Muéstrate feliz de verle. Salúdalo con una cariñosa sonrisa y alégrate de que haya llegado.
6.
Algunos noes. No lo recibas con problemas ni quejas. No te enfades si llega tarde a cenar. Considéralo una insignificancia comparado con todo lo que él tal vez ha tenido que hacer durante el día. Ocúpate de que se sienta a gusto. Hazlo sentarse en un cómodo sillón o echarse en el dormitorio. Ten lista una bebida fría o caliente. Arréglale la almohada y ofrécete a quitarle los zapatos. Habla en voz baja, dulce, tranquilizadora y agradable. Déjalo que descanse y se relaje.
7.
Escúchalo. Tienes un montón de cosas que decirle, pero cuando acaba de llegar no es el momento adecuado. Deja que hable él primero.
8.
Haz la noche suya. Nunca te quejes si no te lleva a cenar fuera o a otra salida agradable. Trata de comprender su mundo de esfuerzos y apremios, su necesidad de relajarse y descansar.
 
No hay nada malo en estas recomendaciones si eso es lo que la mujer desea hacer. El problema estaba en que casi todas las jóvenes de ese tiempo eran programadas para negarse totalmente a sí mismas y agradar así a sus maridos. Esta era la manera como debía comportarse una «mujer buena». Fabuloso para los hombres, pero no tanto para las mujeres. Sin embargo, en la actualidad somos nosotras las que debemos recapacitar sobre nuestras vidas.
 
Podemos reinventarnos aprendiendo a ponerlo todo en tela de juicio, incluso aquellas cosas que hacemos por rutina: cocinar, limpiar, cuidar de los hijos, hacer recados, hacer de chofer. Es necesario reexaminar todas las cosas que hemos hecho automáticamente durante mucho tiempo. ¿Queremos vivir el resto de nuestra vida como lo hemos hecho hasta ahora, perdiendo trozos a medida que pasa el tiempo?
 
Fortalecer a las mujeres no significa tener que debilitar a los hombres. El maltrato es tan malo de una parte como de la otra. No nos conviene caer en eso. Ese tipo de conducta nos mantiene a todos atascados, y creo que ya hemos tenido atascamiento suficiente por ahora. Culparnos a nosotras mismas o culpar a los hombres o a la sociedad de todos los males de la vida no nos ayudará a mejorar la situación; sólo nos mantendrá impotentes, ya que culpar es siempre un acto de impotencia. Así pues, lo mejor que podemos hacer por los hombres de nuestro mundo es dejar de ser
víctimas, tener claros nuestros actos, organizarnos y cuidar de nosotras mismas. Todo el mundo respeta a quien se respeta a sí mismo.
 
Siento una enorme comprensión y compasión por los hombres y por las dificultades con que se enfrentan a lo largo de sus vidas. Ellos también están atascados en sus papeles y soportan inmensas cargas y enormes agobios. Desde que son pequeños se les enseña que no han de llorar para expresar sus emociones. Se les enseña a guardarse sus sentimientos. En mi opinión, esa es una forma de maltratar y torturar a los niños. No es de extrañar que cuando llegan a adultos expresen tanta ira. Además, la mayoría se quejan no haber tenido una relación con su padre. Si de verdad quieres ver llorar a un hombre, ofrécele un ambiente en el que se sienta seguro y pídele que hable de su padre. Generalmente es enorme la tristeza que aflora en ellos cuando hablan de todas las cosas que nunca se dijeron, de lo mucho que deseaban que su infancia hubiera sido diferente, de cuánto anhelaban que su padre les hubiera dicho que los amaba y los valoraba.
 
Culturalmente a las mujeres se nos ha lavado el cerebro haciéndonos creer que para ser «buenas» tenemos que anteponer las necesidades de todos los demás a las nuestras. Muchas hemos vivido cumpliendo las obligaciones impuestas por lo que «deberíamos» ser en lugar de atenernos a la realidad de lo que realmente «somos». Hay muchísimas mujeres que van por la vida con un profundo resentimiento porque se sienten «obligadas a servir» a los demás. Con razón tantas mujeres están agotadas. Las que trabajan suelen tener dos trabajos a jornada completa: uno en la oficina y otro que empieza en cuanto llegan a casa: atender a la familia. El sacrificio de uno mismo mata a quien hace el sacrificio.
 
Pero no tenemos por qué ponernos enfermas para conseguir un poco de descanso. En mi opinión, muchas de las enfermedades que aquejan a las mujeres son una manera de conseguir una tregua. La enfermedad es la única excusa que se permiten para tener un poco de tiempo libre, la mujer tiene que estar enferma en cama para poder decir no.
 
Por eso es necesario que las mujeres sepamos, y lo sepamos de una vez por todas, que no somos ciudadanos de segunda clase. Eso es un mito perpetuado por ciertos sectores de la sociedad, y además, una tontería. El alma no entiende de clases, ni tampoco de sexos. Hemos de aprender a valorar nuestras vidas y nuestras capacidades igual como hemos aprendido a valorar las de los demás. Cuando nació el movimiento feminista, las mujeres estaban tan furiosas por la injusticia con que se las trataba que culpaban de todo a los hombres. Eso estuvo bien en su momento. Era necesario airear la frustración durante un tiempo, a modo de terapia: cuando se va a un terapeuta para solucionar los maltratos sufridos en la infancia, es necesario expresar todos esos sentimientos primero, para poder sanar después.
 
Pero ahora ya hemos tenido tiempo suficiente para expresar esos sentimientos, por lo que el péndulo ha llegado a un punto más equilibrado y eso es, precisamente, lo que les está ocurriendo actualmente a las mujeres. Ha llegado el momento de dejar atrás la rabia y las acusaciones, la actitud de víctimas y de la impotencia. Ya es hora de que las mujeres reconozcamos y recuperemos nuestro poder. Es el momento de que nos hagamos cargo de nuestros pensamientos y comencemos a crear el mundo de igualdad que decimos desear.
 
Cuando aprendamos a cuidar de nosotras mismas de modo positivo, a respetarnos y a valorarnos, la vida de todos los seres humanos, incluidos los hombres, habrá dado un salto cuántico en la dirección correcta. Habrá respeto y amor entre los sexos, y hombres y mujeres nos honraremos unos a otros. Nos daremos cuenta de que hay abundancia para todos y que podemos bendecimos mutuamente y prosperar juntos. Creo que podemos crear un mundo seguro donde reine el amor, y donde todos podamos ser felices, sanos y completos.
 
Durante mucho tiempo las mujeres hemos deseado tener más dominio sobre nuestras vidas. Ahora tenemos la oportunidad de ser todo lo que podemos ser. Sí, aún hay muchas desigualdades entre hombres y mujeres, en particular respecto a sueldos y a nuestra situación ante la ley. Aún tenemos que conformarnos con lo que logramos conseguir en los tribunales de justicia. Las leyes están hechas por hombres; incluso en los casos de violación, los tribunales hablan con la lógica de un hombre.
 
Deseo alentar a las mujeres a que comiencen una campaña para reformar las leyes, de modo que favorezcan por igual a hombres y a mujeres. Las mujeres tenemos un inmenso poder colectivo cuando nos unimos para un fin. Pero necesitamos que se nos recuerde que lo tenemos. La energía de las mujeres unidas en una causa común puede ser sorprendente. Hace setenta y cinco años, las mujeres se unieron para obtener el derecho de sufragio. Actualmente podemos presentar nuestra candidatura para puestos de gobierno.
 
Animo a las mujeres a presentarse para ocupar cargos políticos. Nuestro puesto está en la política, ya que es un campo abierto para nosotras; allí no hay ninguna de las limitaciones del mundo empresarial. Si deseamos reformar nuestras leyes y gobiernos para que favorezcan igualmente a las mujeres, hemos de entrar en esos campos. Podemos comenzar por el nivel más elemental. No es necesaria toda una vida de formación para entrar en la política. Una carrera política es un lugar de poder para las mujeres.
 
¿Sabías que en 1935 Eleanor Roosevelt consiguió que el Congreso aprobara la ley de que todas las casas nuevas que se construyeran contaran con un cuarto de baño «dentro» de la casa? Una de las objeciones de muchos de los congresistas varones fue: «Si todo el mundo tiene cuarto de baño en casa, ¿cómo se distinguirán los ricos de los pobres?». Actualmente consideramos tan natural tener un cuarto de baño en casa que nos olvidamos de que una mujer poderosa luchó en el Congreso para que se aprobara esa ley. Cuando las mujeres logremos unirnos, moveremos montañas, y haremos que el mundo sea un lugar mejor para vivir.
 
Aunque hemos avanzado muchísimo, no hemos de perder de vista aquellos tiempos pasados en que el hombre era el monarca indiscutido de su casa, y cualquier desobediencia por parte de su mujer, hijos o sirvientes se castigaba con azotes. En la década de 1850 ninguna mujer respetable podía permitirse disfrutar del acto sexual. Sí, hemos avanzado mucho, y sólo estamos al comienzo de esta nueva fase de nuestra evolución. Tenemos mucho por hacer y mucho por aprender. Ahora tenemos un nuevo horizonte de libertad y necesitamos soluciones creativas para todas las mujeres, entre ellas las que viven solas."

LOUISE L. HAY
¡El mundo te está esperando!
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